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Cuentos que sanan

He conocido a un entusiasta de su profesión. De esas personas que valen la penan porque sienten lo que hacen y lo viven con pasión. Y la pasión y la formación es lo que hace que las revoluciones, por pequeñas que sean, triunfen. Y me gustaría contarles la experiencia a todos ustedes.


Un sueño hecho realidad

Hace unos meses, Ángeles Ferrera, Angie, responsable de la formación de los enfermeros en la especialidad de pediatría del Hospital del Materno Infantil de Gran Canaria, se puso en contacto conmigo, a través de una conocida común.

Ella había leído una investigación llevaba a cabo en un hospital brasileño. En el año 2021 se publicó un estudio realizado en Brasil a 81 niños hospitalizados en el que se evidenció que tras la escucha durante diez minutos de la narración de cuentos, los niños disminuían el cortisol, hormona que se genera ante una situación de estrés, y aumentaba la oxitocina, la llamada hormona de la felicidad. Estuvo barruntando la idea y diseñó un proyecto: quería que sus alumnos, las residentes en enfermería pediátrica, recibieran formación en narración oral. Y así nos conocimos. Y la formación se impartió. Y me regalaron la oportunidad.

Formación de enfermeras
Residentes de enfermería pediátrica en los días de la formación.

Pero una idea tan hermosa no podía quedar ahí. Verónica García (Bilenio Publicaciones) sirvió de enlace con la Biblioteca Pública del Estado de Las Palmas. Su director, Antonio Morales, cuando conoció el proyecto, nos propuso situarlo dentro del Plan de Fomento de la Lectura del Gobierno de Canarias y recibimos de esta institución un apoyo inestimable.

Ángeles Ferrera quería más: quería llegar a los niños y niñas que están ingresados, que tienen la movilidad reducida o dificultades para desplazarse. «¿Y porqué no tener una narradora durante una mañana a disposición de los niños y niñas hospitalizados»? Y fue cuando apareció Loreto Socorro. Una mujer sensible, que ama la palabra y sabe conducirla como nadie. Durante los próximos meses, una vez al mes, ella visitará a los niños y niñas del hospital y les acompaña y regalará sus cuentos e historias provocando que la felicidad —oxitocina— aumente. También, durante las tardes, tendré la posibilidad de narrar a los niños y niñas que estén ingresados, a las familias y al personal sanitario, en tres sesiones organizadas a lo largo del año y aprovechando momentos especiales, como ocurrió el pasado 13 de mayo, Día del niño hospitalizado.

Verónica García realizó la selección de álbumes ilustrados que configuran una biblioteca móvil que irá por las diferentes unidades de hospitalización del Materno Infantil. Una selección cuidada, que aportara a los internos y sus familiares un recurso para leer, entretenerse y sentirse mejor. También ella coordinó otras acciones de este proyecto, que ha empezado a andar, y que no sabemos a dónde nos conducirá.

Biblioteca
Nueva biblioteca móvil del Materno

Esperar y escuchar.

¿Y qué suceden con los que esperan? ¿Con las familias que guardan en una sala a que sus hijos sean atendidos o por una prueba? ¿Los que están en las salas de espera de ser atendidos en urgencias u otros departamentos? Se han puesto a disposición dos recursos:

  • El proyecto «Cuentos que laten», un idea producida por la Biblioteca de Canarias desde la Biblioteca Pública del Estado de Santa Cruz de Tenerife. Son una serie de cuentos, narrados de manera inclusiva y realizados para que todos puedan disfrutarlo —lectura fácil y adaptada—. Así los niños y niñas —y sus acompañantes— además de ver series de animación en las diferentes televisiones colocadas en las salas de espera, pueden ver y escuchar cuentos. Este es el enlace al proyecto «Cuentos que laten»: https://www.bibliotecadecanarias.org/cuentos-que-laten
  • Los «cuentos de respiro familiar», relatos propios, grabados para que las familias mientras esperan se hacen largas, puedan escuchar, relajarse, viajar a los mundos imaginarios que proponen los relatos… https://www.spreaker.com/show/cuentos-que-sanan Verónica García también participó en la realización de estos relatos.

La imagen del proyecto pertenece a la ilustradora, Dácil Velázquez.

Tenemos que agradecer a Ángeles Ferrera, Angie, su fuerza y determinación; agradecerle que haya confiado en nosotros. Ahora solo deseamos que el proyecto pueda seguir su curso, que los trámites burocráticos no entorpezcan una idea tan bella y que al final del año podamos hacer una valoración tan positiva, que no nos quede más remedio que seguir desarrollándolo.


En los medios…


Cuentos de respiro familiar.

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